La industria de la automoción está más interconectada a nivel mundial que cualquier otra industria, lo que plantea retos en la planificación y el control de la producción, la trazabilidad y la gestión de centros de producción distribuidos por todo el mundo. Además, toda la industria está experimentando una de sus mayores transformaciones, impulsada por megatendencias como la electromovilidad y la movilidad compartida. En este duro entorno, la digitalización puede suponer un reto adicional. Sin embargo, si se gestiona de forma sistemática, puede contribuir de forma importante a preparar a una empresa para el futuro.
El objetivo es centrar su presupuesto en los proyectos de digitalización actualmente importantes que sean eficaces a corto plazo, por un lado, y sostenibles a medio y largo plazo, por otro. Esto requiere una hoja de ruta sistemática que esté alineada tanto con el estado actual individual como con los objetivos estratégicos importantes de una fábrica.